¿Qué es el Trastorno Negativista Desafiante?
El Trastorno Negativista Desafiante (TND), también conocido como Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD), es un trastorno del comportamiento incluido en el Manual de Diagnóstico DSM-V (American Psychiatric Association).
El niño con TND, o TOD, es un “niño difícil”, a menudo hace enfadar al adulto, es desobediente y mantiene una actitud desafiante provocando que el adulto llegue a su límite. Se trata de una conducta negativa que va más allá de la habitual o propia de la etapa infantil, o adolescente, que se podría considerar “normal”.
Suele manifestarse generalmente antes de los 8 años de edad, o muy al principio del inicio de la adolescencia. Los síntomas suelen producirse dentro del entorno familiar, pero con el paso del tiempo pueden producirse en otros ambientes.
Parece que hay diferencias de comportamiento según el sexo. Los niños son más propensos a adoptar una postura desafiante hacia el adulto de forma más directa, a partir de comportamientos “burlones”. Las niñas suelen hacerlo de manera más pasiva o indirecta como por ejemplo negarse a hacer algo, o ignorar lo que se le dice o pide.
¿Cómo detectar el TND?
Como se ha comentado anteriormente, la característica principal de este trastorno es un patrón recurrente: comportamiento desafiante, negativista, hostil y desafiante dirigido a las figuras de autoridad, que persiste por lo menos durante 6 meses.
Para saber que se trata de éste tipo de trastorno deben darse cuatro de las siguientes características como mínimo:
- Exceso de rabia,
- discusiones constantes con los adultos,
- oposición a cumplir las normas,
- sentirse fácilmente molestado por otros,
- acusar a los demás de sus propios errores,
- ser rencoroso,
- llevar a cabo actos a sabiendas de que molestaran o dañarán a los otros.
Para calificarlo como un trastorno, los comportamientos especificados deben aparecer con más frecuencia que los de las demás personas de la misma edad o nivel de desarrollo, y deben producir un deterioro significativo en varias áreas de la vida de la persona como en la actividad social, académica y laboral.
¿Cómo tratar el Trastorno Negativista Desafiante?
El tratamiento farmacológico se usa en algunos casos con el fin de paliar o suavizar algunos de los síntomas más intensos e incontrolables propios del trastorno, sin embargo hasta la fecha, ningún tratamiento farmacológico ha demostrado ser totalmente eficaz en estos casos.
Es recomendable por eso, un tratamiento de tipo psicológico que se lleve a cabo de forma individual, tanto con el niño que sufre el trastorno como con la familia de éste.
El plan de trabajo de este tipo de intervención debe girar en torno a diferentes objetivos básicos:
- Aumento de las habilidades sociales
- Establecimiento de límites y normas
- Entrenamiento en estrategias de gestión de la rabia y la ansiedad
Existe una alta variedad de enfoques al tratamiento del Trastorno Negativista Desafiante, incluyendo la terapia individual, en grupo, programas de entrenamiento a padres y formación de las habilidades sociales, demostrando ser eficaces todos ellos.
Se debe tener claro por eso, que no hay ninguna solución “fácil” e “inmediata” y es totalmente necesario establecer una relación de confianza entre el niño y familia y el profesional, para fomentar un espacio seguro que permita abordar la situación.
Por:
Sara Avilés | Lic. en Psicología. Col. 24750 COPC
Marina Martínez | Lic. en Psicología. Col. 24511 COPC
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