El respeto es uno de los pilares fundamentales para prevenir el acoso escolar en las aulas.
Esta cápsula surge de una avalancha de ideas que nos facilita Aldeas Infantiles en su proyecto «Abraza tus valores«. ¿Te has planteado alguna vez que todos los niños y jóvenes deberían tener el derecho a ser vistos iguales que el resto de sus compañer@s?
Todos somos diferentes, solo necesitamos respeto
Siempre pensé que me gustaría que mis hijas fueran diferentes al resto. Que tuvieran alguna característica que las hiciera únicas. Especiales.
Lo que de adulto ves como una riqueza, o un valor diferencial, puede ser visto a los ojos de un niño como una fuente de críticas.
Si tus hijos van a una clase en la que sus compañeros carecen de valores, las «diferencias» se convierten en «etiquetas».
Ser el alto. Ser el bajo. Ser el grueso. Ser el flaco. Ser el «empollón», o «listo». Ser el «preferido». Tener la voz demasiado aguda. Ser pelirrojo. Gustarte la comida odiada por todos. Gustarte el baile. No ir a «la moda».
Ser original es bueno. Aporta riqueza a un grupo. Si el grupo sabe valorarlo…
Es obligación de todos los padres, y educadores, enseñar a los pequeños lo que es el respeto.
¿Cómo enseñar lo que es el respeto?
Existen muchas estrategias para trabajar el respeto, tanto desde casa como desde el colegio. Te damos algunas ideas.
Explicar lo que es el respeto
Por supuesto, en primer lugar, explicándolo. Los niños no son tontos. Entienden lo que se les dice. ¡Tan solo hace falta decírselo! El respeto es entender que otra persona pueda ser diferente, y seguir contando con nuestra amistad, o valoración positiva.
Lo más fácil explicarlo con ejemplos. Al ver una serie por la tele. O al pasear por la calle. O los compañeros de tu trabajo…
Cada día vemos gente «diferente» a nosotros, físicamente, o ideológicamente. Aprovecha cualquier ocasión para explicarle a tu hij@ como respetas a una u otra persona, aunque sea diferente a ti.
Predica el respeto con el ejemplo
No puedes pretender que tus hijos apliquen la teoría, si después tu no la pones en práctica.
Debes evitar a toda costa insultar por motivos de raza a un jugador mientras miras un partido de futbol. O etiquetar a un familiar, o persona de la calle, por su aspecto físico, por ejemplo. Si tu hij@ te ve hacerlo, le das carta blanca a que él o ella lo hagan en clase. O a que lo vean normal, o gracioso, si lo hace un compañero.
Explica del mismo modo lo que es la falta de respeto
Del mismo modo a como intentas enseñar a respetar debes condenar cualquier muestra de «falta de respeto». Nada les dará una visión más clara de lo que «no se debe hacer» si ante un caso «en directo», te ven reaccionar.
Aprovecha cualquier ocasión del día a día, en películas, o por la calle, entre jóvenes y gente mayor, etc. Cada día somos testigos de múltiples faltas de respeto. Sobretodo, y lamentablemente, en los programas de mayores audiencias de la tele. La falta de respeto no es divertida. No te rías con ella, y sobretodo, que no te vean reirte.
Enseña el respeto mediante juegos
- Juego entre hermanos. Puedes jugar a buscar semejanzas y valorar las diferencias entre hermanos. Son hermanos y tienen un nexo en común indudable: pertenecen a un mismo grupo, o familia en este caso. Pero aún así son diferentes. Y eso enriquece a la familia. Valora también tu en voz alta las diferencias que tú tienes con tus hermanos, o padres. Los gustos musicales, las profesiones, etc.
- ¿Y si vivieras en otra época? Plantea a tus hijos cómo os verían a vosotros si hubierais nacido en la época medieval, o en la prehistoria, por ejemplo. Y cómo se verían a ellos mismos o a sus hermanos. Les ayudará a pensar vuestra manera de ser, y cual sería el rol que os encajaría. Cada uno tendría un papel diferente seguro.
- Ver la película Wonder juntos. Auggie, su protagonista, es un niño con malformaciones físicas que, por primera vez accede al colegio, con 10 años. ¿Cómo reaccionarían tus hijos si un compañero así entrara un día en su clase? ¿Le ayudarían y serían sus amigos?
- El día de la igualdad. Un día de ve en cuando podéis intercambiar roles, y tareas. Cada uno se pone y asume el papel de otro de la familia. Entender los deberes y roles de los demás permite respetarles.
Niños respetuosos ofrecen aulas sin bullying
Si los niños crecen aprendiendo a respetar las diferencias, y a los demás, evitaremos sin duda el bullying y el ciberbullying.
Junto con una pequeña dosis de empatía, y de valentía para denunciar las injusticias, tendremos a un/a pequeñ@ preparad@ para enfrentarse al bullying.
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