Ejercicios para enseñar a desarrollar la empatía

Enseñar empatía para prevenir bullyingLa empatía  nos  permite  ver el mundo desde otra perspectiva, ponernos en el lugar de otra persona, y  sensibilizarnos ante las emociones  de los demás.  Educar a niños capaces de empatizar con sus compañeros, es sinónimo de prevención del acoso escolar.

 

Muchas veces se cree, que ser empático/a significa sentir la misma emoción que otra persona, pero no es así. Se trata de llegar a comprender qué y cómo se siente el otro, manteniendo así una actitud de ayuda.

Teniendo en cuenta el momento en el que estamos, y la infinidad de casos de violencia que se dan en la mayoría de contextos, no solamente en centros escolares, nos damos cuenta de la necesidad de potenciar la empatía en los más pequeños, así como muchas otras habilidades relacionadas.

Es cierto que en los centros escolares, se debería trabajar en profundidad la empatía, como aspecto prioritario, ya que cada vez más los niños y jóvenes se enfrentan a una realidad más diversa y la empatía es lo que les permite comprender a los demás, tener una perspectiva más amplia de miras y fomentar así la comunicación y capacidad de resolución de conflictos.

Es en definitiva, la habilidad que nos permite saber vivir en comunidad, de la mejor manera posible.

¿Cómo potenciar la empatía en el aula?

Enseñar empatía alumnosExisten múltiples recursos para potenciar la empatía desde los propios colegios, os planteamos algunos:

  • Atención emocional: es fundamental prestar atención a las emociones, y para ello es importante que el niño perciba que se le entiende y se le ayuda. Para ello aprovechad aquellas situaciones en las que el niño pueda sentir dolor o malestar, para demostrarle que nos preocupa, y pueda sentirse respetado y comprendido. Un abrazo, un beso o incluso una palmadita en la espalda ayuda a sentirse comprendido.
  • Escucha activa: es importante que aprendan a escuchar a los demás intentado comprender cómo se siente el otro, para eso hay que fijarse muy bien qué  dice la otra persona y cómo lo expresa, ya que es la forma que tenemos de comunicar lo que sentimos.
  • Juegos: El juego es una muy buena estrategia para enseñar a los niños a desarrollar la empatía, ya que al mismo tiempo se ponen en práctica muchas otras habilidades igual de importantes, y que van totalmente relacionadas con ser empático, como  son  la tolerancia, la capacidad de resolución de problemas, de compartir, ceder, decir que “no”, etc.

Juego «Camina con mis zapatos», para  potenciar la empatía

El juego “CAMINA CON MIS ZAPATOS” consiste en elegir un conflicto que se haya dado en el aula entre dos alumnos y proponerles que hagan un cambio de roles, es decir que se pongan en la piel del otro, pensando cómo creen que se han sentido. El objetivo principal es adquirir nuevas herramientas para la resolución de conflictos.

Es recomendable hacerlo en el espacio del aula, donde ha ocurrido el conflicto. Se trata de escenificar el conflicto o problema y que reconozcan la emoción sentida en ese momento. Es importante que haya una mínima estructura que sirva de guión: “cuando…», “me he sentido…», “porque…» y la otra persona: “cuando he hecho…«,  “sentía que… «, «porque…«, etc.

Una vez hecha la primera escenificación, se propone que hagan un cambio de roles y siguiendo la misma estructura que se ha hecho la primera vez, se hace de nuevo pero cada uno hace ver que es el otro.

Para acabar, se les pide que compartan la experiencia y se digan cómo se han sentido en el sitio del otro.

Es importante potenciar en todo momento, un ambiente lúdico y didáctico a la vez.

Juego «El Ovillo», para  potenciar la empatía

Juego para trabajar empatía en grupoEl ejercicio de “EL OVILLO”  permite reconocer los sentimientos y emociones ajenos y al mismo tiempo, respetar el turno y potenciar el sentimiento de pertenencia a un grupo.

Todos los participantes deben sentarse formando un círculo y se plantea un conflicto o situación problemática que se hayan o puedan encontrarse. Se empieza lanzando el ovillo a alguien sin soltar la punta y quien lo recibe debe decir algo positivo y cómo cree que se siente la persona que lo lanza, en relación a la situación planteada al inicio del ejercicio. Así sucesivamente hasta que todos hayan participado.

Es importante que no se suelte el hilo, así al final se habrá tejido una forma parecida a una estrella. Al final, se propone que observen lo que han creado y compartir cómo se sienten.

Incorporar el trabajo de la empatía es un elemento clave para ayudar al desarrollo integral de la persona. Además, será un factor clave para potenciar la socialización y relaciones de calidad de los más pequeños.


Por:
Sara Avilés |  Lic. en Psicología. Col.  24750 COPC
Marina Martínez  |  Lic. en Psicología. Col.  24511 COPC

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